viernes, 8 de febrero de 2008

La tarea

No puedo sino reconocer mi ignorancia en materia de pedagogía.
Lo anterior es una declaratoria necesaria para entender desde dónde me atrevo a opinar o, si se quiere, explicará a la luz del entendimiento de quienes conocen la materia, mi falta de pudor para exponer el tema.

En fin, el asunto es que no entiendo para qué sirven las tareas escolares, especialmente durante la primaria.

Los padres mandamos a nuestros hijos a un lugar especializado en proporcionar la formación académica necesaria para insertar a los niños en la sociedad de forma productiva.
En ese sitio, se encuentran profesionales de la educación concentrados en hallar y aplicar las metodologías y recursos didácticos para que los pequeños reciban y aprovechen al máximo la información que se les ofrece.
Entre seis y ocho horas, cinco días a la semana, estos profesionales disponen de los cerebros y neuronas de los pequeños para enseñarles aquello que ha sido marcado en un programa educativo elaborado por expertos en estos menesteres, de acuerdo con el grado que se curse y a las habilidades, destrezas y condiciones de madurez requeridos en cada edad.
Muchos de los niños, no todos desafortunadamente, llegan a la escuela frescos, descansados y en condiciones propicias para recibir la información.

De modo que en la escuela se cuenta con la condiciones más apropiadas para poder trabajar con los infantes y que éstos aprendan adecuadamente.

Así las cosas.

Por la tarde, el niño está harto de lo visto en clase y en casa tiene todo género de distractores; la madre o el padre, regularmente no están capacitados para impartir la clase y en muchos casos vienen de lidiar con sus propios problemas del trabajo. Y en lugar de platicar con los niños comienza la sesión de preguntas y respuestas, de amenazas o reproches, de comenzar a identificar el saber con el sufrir y el aprender con pasar un mal rato.

En esas condiciones, inicia la lucha grecomarrana para intentar explicar al vástago que: “la expresión numérica de una fracción se representa como el cociente del triunvirato que provocó la decadencia del imperio romano durante la glaciación de la última fanerógama asociada a la hipotenusa caústica provocada por el sonoro rugir del cañón”. No manchen.

Como padre, pido paz. Denme chance de llegar a casa sin broncas.

Yo no sé, pero como adultos sabemos que es necesario llevarse el trabajo a casa, algo no está resultando bien. Y ¿no resulta un contrasentido que de niños nos enseñen que es necesario llevarse trabajo a casa?

Reitero mi desconocimiento del asunto, pero de plano yo sí que me pronuncio por que a los niños los dejemos jugar más por la tarde, que vayan a hacer deporte, o a aprender música u otro idioma, que sepan cómo construir una casa para iniciar el club de Tobi, cómo se cura un raspón de rodillas, se toma de la misma botella de refresco, se consiguen frutas gratis, por dónde pasan l@s chic@s más guap@s, o cómo se puede vagar relajadamente.

Que hagan todas esas cosas que una vez adultos, recordamos siempre.

4 comentarios:

Mafalda dijo...

.....

Jajajaja.. tengo una hermana y una cuñada que se dedican a la docencia, ellas están totalmente en contra de que los niños lleven a casa cerros de tarea. Aunque también dicen que es necesario dejar tarea, que es importante que los padres interactúen en el aprendizaje con los hijos. También mencionan a cerca de los cursos de natación, Karate, Idiomas, Danza, plastilina, futbol etc.... los definen como rellenos optativos, y se inclinan a pensar que solo uno es saludable para el infante, no atiborrarlos de actividades, que solo los cansarán, y que llevan un segundo motivo implícito, que es darles espacio y tiempo a los padres. Bueno, y lo que más me gusto de tu post es esto:

"que sepan cómo construir una casa para iniciar el club de Tobi, cómo se cura un raspón de rodillas, se toma de la misma botella de refresco, se consiguen frutas gratis, por dónde pasan l@s chic@s más guap@s, o cómo se puede vagar relajadamente"

A esto mi hermana que es tan puntillosa como tu servidora, lo definiría como personalidad adecuada, y esa está determinada según ella por la seguridad del infante y el entorno familiar.

Así que mi amigo, ni te presento a estás dos puntillosas damas, porque no es que sean de mi familia, pero son chingonas para lo que hacen, simplemente porque les gusta, y si hablarán contigo simplemente te dirían que el trabajo se hace en el trabajo, a casa se llega a interactuar con la esposa, hijos, o en su defecto consigo mismo.

Un saludo para ti Enrique....

Mafalda

Juan de Lobos dijo...

Mil saludos K, agradezco las visitas al mi blog y siempre es grato el leerte, pues es además de entretenido, muy instructivo.
En cuanto tenga el conecte, por supuesto que compartiré la información, y el dónde y el cómo.
Que pases un gran lunes, y que la semana sea de lo más productiva.

Anónimo dijo...

Estimado Enrique, claro que la tarea es algo absolutamente inútil para los pequeños que cursan sus primeros años de escuela, yo apoyo la grata enseñanza que nos deja la calle acompañada de los “amigos de la colonia”.

Saludos de BARI

Anónimo dijo...

Hola el último comentario del día, justo hablábamos hoy de la tarea muuuchhha para mi gusto y más cuando se trata de primero de primaria...diria mi marido... eso solo denota la ineptitud de los maestros, y a veces comparto esa opinión, no es justo lidiar con tanta información, cuando lo que ellos solo quieren es jugar, crecer sanamente y darte un fuerte abrazo cuando llegas de trabajar...
He dicho!!!
saludos