miércoles, 24 de octubre de 2007

De muelas

¡Joder!
Domingo: comienza una molestia en la muela, algo parecido a cuando se mete un inoportuno pedazo de alimento entre los dientes. Limpieza a fondo, hilo dental, water pick y enjuague.
Lunes: mejora el asunto, pero por la noche nuevas molestias, nueva limpieza, buches de agua caliente con sal y la inflamación cedió un poco "habrá que ir al dentista" pensé.
Martes: encía inflamada y punzadas tolerables, día ajetreado, noche otra vez con inflamación, más agüita caliente y mejoría.
Miércoles: corro al dentista. Me planto en su consultorio a esperar turno.

Diagnóstico: una muela que desde hace una veintena de años había sufrido una endodoncia terminó por ceder internamente. Está fracturada y hay que sacarla. La buena nueva es que no hay infección y se puede hacer de inmediato.
Tratamiento: Doble anestesia (un cartucho), a pesar de que soy muy sensible a ella, con medio cartucho basta para para hacerme casi cualquier tratamiento. Tengo la cara dormida, intento enjuagarme la boca a petición del dentista (Boris), pero el agua se me escapa y escurre por cara y cuello cuando intento hacer un buche. Parezco recién salido de terapia de electrochoques. Mientras Boris procede a la extracción, platica. Intento contestar, mis respuesta imita una grabación reproducida a la velocidad incorrecta.
Termina el asunto. Dosis de analgésico y antiinflamatorio a mañana y noche.

De regreso a casa pienso que cómo es posible que le pague a alguien por tenermeme con la boca abierta y sin poder hablar. Intento sonreir, pero mi mueca parece un gesto de "Largo", el mayordomo de la familia Adams. Procuro pensar en cosas serias y profundas, para aprovechar mi inexpresiva cara. ¿Serio y profundo? Ya sé: un libro de Nietzche en el fondo del mar. Otra cara de idiota.

Llego a casa y me como un caldito de pollo, remedio universal para cualquier mal. Me duermo un rato.

Me levanto a escribir; mientras lo hago, noto que se me acaba de escurrir la baba. La próxima vez, aprovecho la dosis anestésica para que me hagan un estiramiento facial, un peeling y una rinoplastia. Voy a acostarme nuevamente, por lo visto se me están durmiendo hasta las neuronas.

1 comentario:

Juan de Lobos dijo...

Y yo que necesito con urgencia ir al dentista, en realidad es parte de una pelicula de miedo, y más aún después de ver "Jiggsaw", le saco de a tiro.
Un saludo y un abrazo.-