sábado, 3 de diciembre de 2011

Música


Como hace mucho tiempo no lo hacía, me puse a escuchar música. Pero en serio. Dediqué unas cuatro horas de cuidadosa y completa atención a ello.

De noche, en la obscuridad, sin distractores de ninguna especie.

Este ejercicio tiene el curioso efecto de provocarme, después de algunos minutos, algunas imágenes e ideas, o si se quiere algunas ideas en imágenes que luego tengo que convertir en palabras.

Sé que pueden parecer raras, algunos ejemplos:

El segundo movimiento del Invierno de Vivaldi debe ser escuchado en tonos marrones y gris, en una ciudad que se mira desde arriba, mientras que el segundo movimiento del Verano, se pasea por la parte baja de un muelle entre llovizna ligera.
Júpiter, de Gustav Holst, no debe escucharse en un cine, pues no cabe en la pantalla.
La voz de Stevie Nicks, está hecha del tronco húmedo de un roble irlandés.
While my guitar gently weeps, de George Harrison, nace gracias a una ola que rompe y se convierte en aire, lo que le permitió flotar y expandirse.
Long cool woman in a black dress, salió de cristal líquido que se hizo rítmico.
Au lait, de Pat Matheny, es una conversación en una calle mojada, vista en primera persona, sin interlocutor visible.

En general, la sesión estuvo matizada en verdes, con un tejido calado flotante e irisado en tonos púrpuras. Muy agradable.

A mí que no me cuenten, se me hace que mi señora Madre tomó algo raro en el embarazo...
***

4 comentarios:

Juan de Lobos dijo...

Mi estimado K.
Es un gusto el encontrarlo en este espacio, no hay que dejarlo.
En cuanto a esas sensaciones visuales y coloridas, es maravilloso sentirlo con esa intensidad.
Y efectivamente, tal vez la autora de sus días haya hecho alguna travesurilla. Un abrazo.

Anónimo dijo...

¡Luego luego a echarle la culpa a los demás! ¿Pues de cuál fumaste, mi estimado Henry?

Coronel dijo...

Enrique: como no tenía nada que hacer, vine a leer tu espacio. Me voy satisfecho con la lectura. El coronel.

Enrique dijo...

Coronelazo! gracias por la visita, esta es su casa... Qué bueno que le satisfizo, es un honor.
Saludotes